El 15 de enero, último viernes lectivo del primer cuatrimestre del curso 2009-2010, algo más de 50 alumnas y alumnos de primer curso de la Escuela de Magisterio “Ausias March” de Valencia, acudieron a escuchar la experiencia pedagógica y organizativa del Centro CAES Nazaret de Alicante. Acepté generosamente la invitación de acercar a los estudiantes a la realidad educativa y social de este centro.
Cualquier maestra o maestro en ejercicio sabe que un título universitario no nos hace “maestros”. Pero para quien estudia en la Escuela de Magisterio esta afirmación es vivida con ambigüedad y contradicción porque acude a la Escuela trayendo cada día el deseo de llegar a ser maestra, de llegar a ser maestro. He intentado ayudar a percibir, que la afirmación anterior no cierra deseos ni elude responsabilidades, más bien invita a abrirnos preguntas y responsabilizarse de ese deseo siendo conscientes de que nuestro trabajo como docentes (tutores) sólo es posible en relación a un quién. Alumnos y alumnas, sean quienes sean, a quienes tenemos que ayudar a crecer y a madurar.
Cualquier maestra o maestro en ejercicio sabe que un título universitario no nos hace “maestros”. Pero para quien estudia en la Escuela de Magisterio esta afirmación es vivida con ambigüedad y contradicción porque acude a la Escuela trayendo cada día el deseo de llegar a ser maestra, de llegar a ser maestro. He intentado ayudar a percibir, que la afirmación anterior no cierra deseos ni elude responsabilidades, más bien invita a abrirnos preguntas y responsabilizarse de ese deseo siendo conscientes de que nuestro trabajo como docentes (tutores) sólo es posible en relación a un quién. Alumnos y alumnas, sean quienes sean, a quienes tenemos que ayudar a crecer y a madurar.
Les he presentado la vida en esta escuela. Los conflictos y las esperanzas de un equipo educativo interdisciplinar. Las biografías y las caras de los niños y niñas que habitan esa escuela, intentando poner entre paréntesis estas respuestas prefabricadas para abrir el horizonte de nuestras preguntas, para apelar a la necesidad de devolver la vida al deseo de enseñar en un sentido amplio y humano y en un contexto problemático, apartándonos así, de esa imagen social del maestro como mero transmisor de saberes acreditados.
Mati Payá, maestra de Primaria
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