jueves, 1 de diciembre de 2011

Tres precisiones sobre las medidas judiciales a menores

Fuente: La verdad  
MIGUEL ÁNGEL SEGURA PALOMARES    En los últimos días han aparecido en diversos medios de comunicación, noticias que hablan de graves problemas relacionados con la aplicación de medidas judiciales a menores.
Afortunadamente no se trata de hechos luctuosos que de vez en cuando saltan a los titulares y cabeceras de noticiarios. En este caso «sólo se trata de dinero». Las noticias hablan de que las entidades que aplican las medidas judiciales en medio abierto (entre otras, la libertad vigilada, las prestación de servicios en beneficio de la comunidad, o las tareas socioeducativas), a través de la presidencia de la asociación que las agrupa (APIME) han comunicado al Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia, y a la Conselleria de Justicia y Bienestar Social, que no van a poder iniciar ninguna medida judicial más, al carecer de recursos, pues no han recibido cantidad alguna durante todo lo que va de año. Esto, sin duda, supone un grave problema -social y jurídico- en un tema muy sensible.
Como director de una de las entidades implicadas, y miembro de la Asociación Profesional de Instituciones de Menores de la Comunidad Valenciana, creo que para entender mejor el problema, podría ser útil hacer tres precisiones.
1ª Precisión: El retraso en los pagos no es culpa de la crisis. Me explico. Por supuesto que tiene que ver con la crisis que afecta a la total falta de liquidez de la Generalitat. Pero, en este caso, la crisis sólo es el adjetivo, o el complemento circunstancial de tiempo, pero no el sustantivo, el sustantivo es otro; la crisis puede ser un agravante, pero no la causa de esta situación. El silogismo es sencillo: si el motivo del retraso es la crisis, se supone que en los años de bonanza, los pagos serían puntuales. Les doy unos datos: en 2007 el primer pago se recibió a mediados de junio, en 2008, a mediados de octubre, en 2009, a finales de octubre y en 2010, mejoramos, el primer pago llegó el 10 de agosto. A día quince de noviembre no ha llegado un céntimo del 2011.
2ª Precisión: El retraso en los pagos no es un problema económico. Me explico. Pues claro que para las entidades sin fin de lucro no recibir ninguna cantidad en más de diez meses supone, no un problema sino un 'problemón' económico. Al decir que no se trata de un problema económico me refiero a que la causa del retraso es sobre todo, atribuible al modelo de subvención que la Conselleria utiliza como sistema para gestionar las relaciones con las entidades que ejecutan las medidas judiciales en medio abierto. Nada más lejos de mi intención que cansarles con disquisiciones jurídicas. Baste decirles que los plazos mínimos que la ley marca para el sistema de subvención, hace materialmente imposible que el dinero llegue a cualquier entidad antes del cuarto o quinto mes del año. Y eso 'en teoría', porque 'la práctica' se parece mucho más a las fechas que les decía en el párrafo anterior.
En los últimos cuatro años, tanto desde las entidades, como desde todas las instancias implicadas en esta materia: Fiscalía, Judicatura, Sindicatura de Agravios, se le ha solicitado a la Conselleria que cambie el modelo de financiación. Hasta la fecha, la Conselleria responde que no lo considera necesario.
3ª Precisión: El retraso en los pagos no es un problema difícil de resolver. Disculpen la osadía por hacer una afirmación de ese calibre, con la que está cayendo. Me explicaré. Lo que pretendo dar a entender es que la voluntad de colaboración de las entidades que aplican medidas judiciales es más que manifiesta. ¿O es que alguien imagina que quienes anticipan sus propios fondos, ocho o diez meses de cada año, durante años y años, para que se pueda llevar a cabo un servicio público que afecta a derechos de menores, no se sienten corresponsables con la administración de justicia y bienestar social, o no tienen espíritu colaborador? Esa colaboración se debe, y se puede estructurar en forma de comisión mixta de trabajo entre la Conselleria y las entidades. Y en esa comisión comenzar cuanto antes a trabajar conjuntamente y de forma consensuada, hacia un cambio en el modelo de financiación que responda mejor al tipo de realidad que pretende regular, y que ayude a ir definiendo y concretando el modo de aplicar las medidas judiciales, para así, garantizar la calidad y la eficacia de las mismas. Esto venimos solicitando hace años. Y esto no cuesta dinero.
Lo peor que podría ocurrir es que en unos días se nos pagase 'alguna cantidad' y se diera por zanjado el problema (y encima dando gracias, porque con la cantidad de acreedores que hay en cola, ávidos por cobrar, deberíamos considerarnos afortunados). y que consecuentemente, desaparezca de la agenda de preocupaciones de la Conselleria, y nos condene otro año más a repetir este círculo vicioso.
Somos conscientes de que son muchos los problemas que en estos momentos tienen planteados nuestros gobernantes, y nosotros como ciudadanos. No aspiramos a que éste sea el único ni el más relevante. Pero permítanme que humildemente les subraye la importancia de la correcta aplicación de las medidas judiciales de medio abierto, al menos en una faceta (que no debería ser la más importante, pero…). Sigan conmigo la secuencia que les describo a continuación: (1) está comprobado (desde fiscalía) que cuando se retrasa mucho el inicio de una medida, o su aplicación se hace de forma superficial (porque cuando un educador ha de atender a 40 menores no se puede hacer de otra forma), el joven tiene una cierta sensación de impunidad y no es infrecuente que reincida. (2). Las sucesivas reincidencias obligan a adoptar una medida más fuerte, una medida de régimen cerrado. (3) La correcta aplicación de una medida de medio abierto, es decir con la dotación suficiente de educadores para que no se exceda el número de casos con el que se pueda trabajar razonablemente (por ejemplo, 15 casos por educador) tiene un coste aproximado de algo más de 3 euros por menor y día (poco más de 1.000 euros al año). ¿Saben ustedes cuál es el coste de un menor en un centro de reforma?: alrededor de 270 euros al día (es decir, casi 100.000 euros al año). (4) Basta con que 10 menores, cuya reincidencia se podría haber evitado atendiéndoles correctamente en medio abierto, tengan que ingresar en un centro, para que nos estemos gastando 990.000 euros innecesariamente. Desgraciadamente, esta hipótesis no afecta sólo 10 menores, sino a bastantes decenas más. O sea que hagan múltiplos de diez, y verán qué cantidad les sale.
Por eso, no nos cansaremos de repetir, que no invertir -un poco, muy poco- en medidas judiciales de medio abierto, no sólo es equivocado como política social, sino que en los tiempos que corren, es un tremendo error de política económica.

PROTEGER A LA INFANCIA DE LAS CRISIS

Fuente: Diario Informacion 
ENRIQUE MARTÍNEZ PIERA    Para los profesionales que trabajamos en la protección de menores en situación de riesgo social, en estos tiempos de crisis, hablar de los derechos de la infancia es una necesidad de urgente justicia.
El pasado domingo se cumplieron 52 años de la Declaración de los Derechos de la Infancia y 22 años de la Convención de la ONU que da rango de compromiso nacional para el cumplimiento de estos derechos, por eso queremos reflexionar sobre las necesidades reales que afectan a una capa invisible de nuestra infancia que aún sueña con tener cubierta la adecuada atención a sus necesidades.
En nuestra sociedad actual, apresurada, olvidadiza, centrada en su crisis de consumo individual, ajena a lo que no es propio, existen muchas "infancias", una querida y atendida adecuadamente en todas sus necesidades materiales y afectivas, otra infancia que puede tener muy bien cubiertas sus necesidades materiales, pero aquejadas de ausencia de padres, de orientación y estímulo, que deambulan algo perdidos por esos años de infancia. Y una tercera infancia que no tiene cubiertas sus necesidades para desarrollarse adecuadamente, bien porque sus familias provienen con un lastre de problemas, de otras infancias rotas, sin esa parte de felicidad que le corresponde a cada niño por el simple hecho de nacer, o bien porque los errores de estos padres actuales les ha inhabilitado para atender a sus hijos.
La sociedad ensalza a los triunfadores y desprecia con la ignorancia a los perdedores, desplaza a los fracasados, margina a los excluidos. Los sistemas de protección, educativo, sanitario, etcétera, esbozan una batería de respuestas que precisa ser reforzada y ampliada.
Pero los niños de estas familias requieren un esfuerzo añadido de la sociedad por compensar el déficit de atención que se les debe como ciudadanos.
Por ello, es urgente hablar de derechos de la infancia en riesgo que precisa ser protegida. Derechos que les debe la sociedad en general y corresponde desarrollar al Estado en su versión central y autonómica, garantizando con una amplia red de recursos públicos la atención compensatoria a estas necesidades. Pero principalmente se los debe, mediante la información, sensibilización y participación, la sociedad en general, esa que conformamos entre todos.
Es imprescindible el compromiso de todos, ciudadanos y profesionales, por reforzar la responsabilidad en esa lucha por una sociedad más justa y con mayor dignidad, donde no quepan el abandono y el maltrato a nuestra infancia cercana. La crisis no puede aplastarlos.
Salimos a la calle a manifestarnos por muchos temas, pero nunca por reclamar mayores recursos, para evitar que más de 15.000 niños y niñas hayan tenido que salir de sus familias para ser atendidos por el sistema de protección.
Deberían ser una prioridad social, la sensibilización y el compromiso por garantizar la máxima cobertura de necesidades, la defensa de los servicios públicos.
Esta infancia en riesgo, además de los derechos de la declaración, tiene derecho a equivocarse y a rectificar, y a esos otros derechos implícitos, aunque no enunciados, como el derecho a una educación que integre realmente a los niños con dificultades de adaptación y aprendizaje, reduciendo las tasas de fracaso escolar y equipándoles para una mejor inserción social y profesional.
También es una prioridad ser atendidos en todas sus necesidades reales de salud, especialmente salud mental infantil, y cualquier forma de discapacidad, mediante recursos sociosanitarios, amplios, equipados con profesionales y coordinados en una tupida red que no deje escapar una necesidad sin atender.
Esta infancia vulnerable tiene derecho a ser visible, a no ser ignorada ni minimizada en sus necesarios recursos, a no quedar diluida en esa otra infancia que tiene más para crecer en igualdad de condiciones.
Esta infancia olvidada tiene derecho a ser atendida por profesionales suficientes, por recursos reales, no esbozados; como los existentes, pero en mayor proporción, calidad, personalización y coordinación.
Tiene derecho a unos servicios sociales municipales reforzados con más programas y recursos, que no estén desbordados por tanta demanda.
A que se refuerce el apoyo a sus propias familias, para que no tengan que salir o para volver pronto con ellas porque hayan superado sus problemas, y también a otras familias educadoras en cantidad suficiente para acogerlos.
A una red de centros de protección más amplia y diversificada, que personalice la atención de sus necesidades específicas en un entorno adecuado, cercano a sus mundos vitales.
A una legislación y procedimientos ágiles, claros y eficaces, con criterios compartidos y visión de futuro.
A unas administraciones comprometidas por aportar los presupuestos necesarios, a no hacerles sufrir las crisis y a liderar los procesos de mejora, integrando la participación de todos los implicados, con visión integral.
Esta infancia tiene derecho, sobre todo, a ser querida por personas comprometidas. Para ello es imprescindible que los sistemas de protección, educativo, sanitario, etcétera, cuenten con suficiente número de personas, de profesionales con formación y herramientas para realizar su trabajo en las condiciones que mejor beneficien a estos menores. La sociedad debe generar un especial cuidado para estos profesionales dada la delicadeza de su intervención en las relaciones y las emociones de los menores.
Los profesionales actuales trabajan mucho y bien por compensar la cobertura de esos derechos para la infancia menos visible, pero hacen falta más para trabajar mejor.
En la cobertura de derechos el factor humano es una clave imprescindible, para hacer real la respuesta necesaria, para hacer real la dignidad de la protección, para hacer real la garantía de los derechos de la infancia, para hacer real que somos una sociedad de progreso, solidaria, comprometida, que participa y avanza. Creemos que podemos y se lo debemos.

jueves, 16 de junio de 2011

Cuidados para los que cuidan



El Centro de Vida Nazaret de Alicante ha organizado las jornadas "Prevención y Autocuidados del Profesional que trabaja con el Menor", en las que un grupo de expertos se afanan en transmitir técnicas que ayuden a huir del estrés y la depresión a empleados de servicios sociales que trabajan con menores.
En dichas jornadas, que comenzaron ayer y se alargan durante la mañana de hoy sábado, participan especialistas que, a través de estilos de comunicación positivos, transmiten técnicas y procedimientos para que los cuidadores de menores de edad puedan mantener una "buena capacidad de resistencia" ante las dificultades que su trabajo conlleva.
Entre los ponentes que participan en las IV Jornadas Profesionales organizadas por la entidad, destacan la vicedecana de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia de Madrid, Santa Lázaro, el psicólogo especialista en centros de menores Francisco Javier Romeu, o la consultora en recursos humanos de Fundesem, Carmen Torralvo.
Los trabajadores de servicios sociales cuentan con un "nivel de exigencia laboral muy alto" y, además, se enfrentan a continuos cambios en políticas sociales y normativas, además de severas reducciones de recursos.
Ello conlleva a que, de manera frecuente, se creen "altos niveles de insatisfacción laboral" que se conectan directamente con diferentes factores tales como "poco reconocimiento del trabajo, bajos salarios, inestabilidad del puesto laboral, dificultades en la formación o una burocracia excesiva".
Estas jornadas, a las que se han inscrito más de 70 personas, están dirigidas a abordar las necesidades de este colectivo ante los problemas a los que se enfrentan a diario.
Los distintos talleres están dirigidos a psicólogos, trabajadores sociales, expertos de la educación, personal médico y enfermería y cualquier profesional cuya actividad esté relacionada con el trabajo con menores y familia.

El tercer mundo visto por los niños


De Diario información:

"A través de sus ojos". El centro Nazaret de Alicante participa en un proyecto en el que 300 alumnos valencianos y mozambiqueños retratan su vida cotidiana y expresan su opinión sobre temas como la educación, la paz o el medioambiente.

Carretes de 27 fotos y las ganas de mostrar al mundo cómo es un día en la vida de los alumnos de quinto y sexto de Primaria en la Comunidad Valenciana y Mozambique. A partir de esta idea nace el programa "A través de sus ojos" impulsado por Médicos del Mundo, en el que han participado 300 escolares, 30 de ellos del centro alicantino Nazaret. 
Las impresiones que estos niños tienen sobre temas como la educación, la paz o la cultura se han recogido, junto a las fotos que ellos mismos han realizado, en un libro que se entregó a escolares y profesores. "Tenemos que darnos cuenta que existen otros niños que viven de otra manera pero que tienen los mismos objetivos que nosotros: mejorar su nivel de vida, aprender y superar las dificultades". Con esa frase comenzó la profesora de Nazaret, Matilde Payá, la presentación de este texto, que además incluye un DVD que documenta todo el trabajo que los niños han desarrollado desde principio de curso, tanto los valencianos como los mozambiqueños.
"Me daba pena que no tuvieran mesas, tenemos mucha suerte", comentó uno de los alumnos del centro alicantino, Jesús Escudero, quien retrató los platos que cocinan en casa o los productos que se venden en el supermercado. Los alumnos alicantinos tuvieron la oportunidad de conocer cómo se estudia en el país africano y cuáles son sus carencias. Imágenes que les ayudan a comprender lo afortunados que son al contar con los recursos necesarios para mejorar su educación. 
"Hemos elegido el centro Nazaret porque llevan años luchando contra el abandono y el fracaso escolar y porque su alumnado también sufre diversos problemas sociales", explicó la responsable de Movilización Social de la ONG, Lara Ripoll. 

Cerca de 400 menores están a la espera de cumplir condena por falta de medios


De Diario Información. También Diario Levante:
Jueces y fiscales alertan de que los retrasos anulan la eficacia de la medida y hacen que ésta prescriba
Cerca de 400 menores infractores a la espera de cumplir condena y demoras de año y medio para empezar a hacerlo. Ésta es la situación que describe el Síndic de Greuges en un informe que analiza los problemas en la ejecución de medidas judiciales impuestas a menores condenados. Unos 400 adolescentes de la Comunidad Valenciana están a la espera de cumplir condena debido a la falta de medios y de personal para poder llevar a cabo la función educativa que subyace tras estas medidas, según el informe elaborado por el Síndic y remitido el pasado febrero a la Conselleria de Justicia.

4800 actuaciones relacionadas con menores desde enero a abril

De Abc:

Así lo ha asegurado en un comunicado la secretaria autonómica de Gobernación, Asunción Quinzá, quien ha señalado que la provincia de Valencia ha aglutinado 3.132 intervenciones del total, Alicante 946 y Castellón 731.

Entre las funciones de los agentes se contemplan las de colaborar con los servicios sociales, inspeccionar centros de menores, realizar averiguaciones de domicilio y paradero o ingresos y traslados de menores por protección o reforma Asimismo, este grupo llevó a cabo durante el pasado año 12.505 servicios, (7.553 en la provincia de Valencia; 2.742 en Alicante y 2.210 intervenciones en la provincia de Castellón).

Quinzá ha explicado que los menores pueden ser considerados desde dos perspectivas, bien como víctimas "al tratarse de seres vulnerables e indefensos que padecen el abuso de poder" o bien como infractores, cuando son ellos mismos quienes ejercen la violencia en situaciones de acoso escolar o bulling, por ejemplo.

Ante esta realidad, es "necesaria una actuación conjunta por parte de todas las administraciones y agentes sociales basada en la cooperación y coordinación, para que se adopten las medidas tanto preventivas, como educativas, o sociales necesarias para intentar paliar el crecimiento progresivo de delincuencia juvenil".

El 25% de los menores agresores han sufrido antes malos tratos


De 20 minutos. También en Las Provincias:

El 25% de los menores que cometen delitos habían sufrido malos tratos previamente, lo que consagra la transmisión intergeneracional de la violencia. Así lo pone de manifiesto el informe Situación del menor en la Comunitat Valenciana: víctima e infractor, elaborado por la Universidad Internacional Valenciana (VIU) y el Centro Reina Sofía.

El documento, redactado por encargo de la Conselleria de Gobernación, destaca que la prevalencia de menores infractores es en general algo más alta que la de víctimas, pero con diferencias. En la familia, tienen más riesgo de padecerla que de cometerla, pese al aumento sostenido de casos de niños y adolescentes que pegan a sus padres, como demuestran los datos de las fiscalías de menores durante los últimos años.

domingo, 17 de abril de 2011

4ª Jornadas de formación para profesionales

Desde el centro de vida nos hacen una interesante oferta formativa. La propuesta pretende invitarnos a reflexionar y a aprender acerca de la necesidad y los modos de cuidarnos como profesionales que trabajamos en ámbitos de vida duros. ¡¡¡Anímate!!!
¿Dónde?:
Centro Social Isla de Cuba. C/ Isla de Cuba, 40, Alicante
¿Cuándo?:
Del viernes 20 de mayo a las 9h al sábado 21 de mayo a las 14h.
¿Cómo informarme o apuntarme?:
jornadasnazaret@gmail.com
965 12 79 68

Jornada lúdica en Fontilles

El sábado 16 de abril nos fuimos a Fontilles. Unos 80 colaboradores, trabajadores y amigos, todos ellos vinculados de una u otra manera a instituciones pertenecientes a la Compañía de Jesús.
Fue una jornada en la que nos explicaron la historia de esa institución: una leprosería de más de 100 años, que se ha dedicado a acoger enfermos, y ser uno de los nudos de las redes que luchan contra esta enfermedad. En la actualidad sólo residen unos 20 enfermos, ya sanados, pero que decidieron quedarse a vivir en ese paradisiaco lugar.
Tras tener un tiempo para pasear y disfrutar de los paisajes que allí había, celebramos la eucaristía, y terminamos con una paella la jornada.
Confiamos en que siga habiendo ocasiones de encuentro lúdico entre todos nosotros.

Partido final de los programas de juventud en medio abierto


Casi 30 personas nos juntamos el viernes 15 de abril pasado para jugar el último partido de fútbol del curso. Desde el mes de octubre, cada miércoles nos juntábamos en el colegio de los Maritas para disfrutar de un partido de fútbol como parte de las actividades habituales con los jóvenes. Esta vez elegimos el campo del hipódromo, y estuvimos la mañana en un triangular.
Tras disfrutar de un excelente ambiente durante los partidos, acabamos con unos bocadillos y unos refrescos para reponer fuerzas.
El curso que viene seguiremos encontrándonos en estos ámbitos de ocio en los que, por extraño que pueda parecer, no dejamos de aprender los unos de los otros.

El centro de menores Nazaret exige más ayudas al aumentar los casos que atiende


El centro de menores Fundación Nazaret demandó ayer más ayudas públicas para atender los más de 700 casos de niños tanto en acogida, como con causas judiciales y de jóvenes madres a los que da servicio y que con la crisis económica han empeorado. 

Esta petición se realizó durante la visita de la consellera de Bienestar Social, Angelica Such, quien se comprometió a que el Consell efectuaría el pago de las ayudas que debe a la institución desde febrero por valor de 950.000 euros, en un máximo de 48 horas. 
El director de la fundación, Miguel Ángel Segura, afirmó que el centro no tiene capacidad para absorber un mayor número de casos pero que las dificultades se producen porque los menores atendidos necesitan más ayudas que en otro momento. "Los niños que vienen al centro de día no sólo toman el desayuno y la comida sino que además necesitan ropa y algo de comida para la cena", señaló Segura.
El 90% del presupuesto del centro depende de las subvenciones públicas (de las consellerias de Educación, Justicia, Bienestar Social y los ayuntamientos de Alicante, San Vicente del Raspeig y de Mutxamel), es decir, que el 10% restante se obtienen de la financiación privada. 

Queja del Sindic de Greuges por el modo de ejecutar las medidas judiciales de menores

El Sindic de Greuges presentó una queja formal de oficio a la Consellería de Justicia, en la que se señalan una serie de sugerencias para la mejora de la ejecución de las medidas judiciales de menores en medio abierto en la Comunidad Valenciana. 
En dicha queja se realizan las siguientes RECOMENDACIONES  a la Conselleria de justicia y Administraciones Públicas (transcribimos literalmente):

domingo, 6 de marzo de 2011

"Un niño es violento porque le falta afecto"

Entrevita a Agustín Bueno en el Diario Información
A punto de jubilarse, el primer psicólogo de Alicante para menores en riesgo de exclusión social demuestra que esos niños salen a flote echando mano de la resiliencia, como los adultos.
VICTORIA BUENO 
¿Cómo surge el término resiliencia referido a los niños?
Se debe a dos psicólogas en los años 30 en Hawai. Con niños abandonados en poblados comprobaron que hay casos que remontan muy bien y otros que acaban en la cárcel o en centros psiquiátricos, siendo historias parecidas o incluso de hermanos. Analizando los factores que facilitaban salir a flote o hundirse, acuñaron el término de resiliencia, que en realidad se toma de la física porque es la capacidad de un cuerpo sometido a presión de recuperar sus formas y propiedades, e incluso de mejorarlas. En psicología es la capacidad de personas que tras traumatismos o situaciones caóticas son capaces de superarse y afrontar la vida en mejores condiciones.
¿Para tener esa capacidad se tiene que haber sido muy desgraciado de pequeñito?
No necesariamente. Hay personas con capacidad de superar y afrontar retos futuros porque parten de la seguridad básica que aportan las figuras de apego, los adultos de referencia, biológicos o no, que dan al niño el afecto. Pero no es fácil saber querer en situaciones tan extremas. De ahí parte la comprobación de que los vínculos afectivos se pueden recuperar siempre con un padre adoptivo o un educador que da seguridad. El vínculo no puede ser dubitativo ni condicionado: 'si eres bueno te quiero'. El cariño no está en discusión. Esa seguridad del adulto al niño les permite tener autoestima y que se digan "yo valgo, puedo y lo voy a superar", es el Yes we can americano.