miércoles, 26 de mayo de 2010

Cuento "El huerto mágico", por Luis Martínez Orts, de 5º de Primaria

Érase una vez un niño que jugaba siempre solo en los parques. El niño se llamaba Juan y era el niño más bajito de todos los de su clase. Era tan bajito tan bajito que todos le llamaban Juanín el pequeñín.
Una tarde, que estaba jugando a los tazos en el parque empezó a oír chispazos:
¡zas! ¡zas! ¡zas!
Se metió entre las matas para saber qué era aquel ruido. No conseguía saberlo porque allí no veía nada. Sin embargo el ruido seguía y seguía.
Juanín, que era bajito pero muy curioso se agachó y se cayó en un agujero. Cuando abrió los ojos se encontró dentro de un huerto, entre lechuguitas, tomatitos y fresitas. Olían tan bien que le entraron ganas de probarlas. Probó un tomate y creció un palmo. Comió una lechuga y se le estiraron los brazos. Comió de un bocado una fresa y le crecieron las piernas.
Juanín ya no era pequeño. Había crecido con la fruta y verdura. Pero ahora no podía salir por el agujero por el que había entrado. Empezó a llorar y llorar y sus lágrimas se convirtieron en un río muy grande. Siguió el río y al final encontró una escalera por la que subió y apareció de nuevo en el parque.
Vio a sus amigos del cole y les dijo:
- Chicos, ya no soy Juanín el pequeñín, ahora soy Juanote el grandote.
Desde ese día ya no se rieron más de él.

Luis Martínez Orts

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